viernes, 10 de septiembre de 2010

MISA DE PRINCIPIO DE CURSO

Hoy ha dado comienzo el nuevo curso escolar 2010/2011. Y después de un buen y largo verano de cargar las pilas y de ilusiones nuevas, con nuevos compañeros y compañeras hemos empezado el curso como tradicionalmente lo hacemos en nuestro cole, y es con la celebración de la Santa Misa. Pues sí, qué mejor manera de empezar el curso que poniedo todas esas ganas e ilusiones por hacer bien nuestro trabajo que en manos de Dios.
Ha sido una misa muy bonita y muy entrañable llena de niños y niñas, de maestros y maestras y de padres y madres.
Que esto sirva para tener un buen curso y que Dios nuestro Señor nos guíe y que su Santa y Purísima Madre Ntra. Sra. del Rosario nos proteja bajo su maternal manto.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El Profesor de Religión

Antonio Cañizares

Ex-Presidente de la Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal

Arzobispo de Toledo

El profesor de Religión del tercer milenio, como siempre ha sido o debiera haber sido, ha de ser alguien que hable de Dios con palabras fuertes y verdaderas, no de oídas, no con un discurso abstracto, no con un sistema abstracto de valores y verdades. Se trata del testimonio de algo que a uno le ha sucedido en la vida, del testimonio de la redención de Jesucristo, de la que brota una vida nueva, una mirada nueva sobre la realidad. Ha de hablar de Dios viviendo, obrando y hablando de cualquier cosa, porque o Dios tiene que ver con todo o no tiene que ver con nada. Pero si no tiene que ver con nada, entonces, tampoco tiene ningún interés para el hombre.

El primer lenguaje del hombre es su propia vida. El testimonio del profesor de Religión católica, testimonio cristiano, sólo puede evitar ser un discurso vacío si se da en la vida, y al hilo de la vida; si se habla con todo lo que uno es y hace, con toda la espesura de su humanidad, que es la de los demás hombres, sus contemporáneos, y, más en concreto, la de sus alumnos. Por su fidelidad a su tarea específicamente escolar, ha de poder ofrecer a los niños y adolescentes los elementos del suelo nutricio de su cultura, profundamente conformada por creencias, costumbres, valores, ritos y modelos de vida cristianos; y ha de poder ofrecerlos, en toda su verdad y realidad, es decir, mediante una presentación creyente de los mismos. El profesor de Religión católica está obligado a una presentación objetiva y verdadera de lo que constituye la fe católica, el mensaje y acontecimiento cristiano en toda su verdad e integridad, la vida y enseñanza de la Iglesia tal como ella cree, vive y celebra. No sólo ha de hacer una presentación íntegra y fiel, sino que, para que sea en toda su verdad, ha de hacerla desde la fe y mostrando, como testigo de esa fe, la verdad de la salvación que esa fe entraña y comporta para el hombre. Sólo podrá presentar en su verdad la religión católica, por fidelidad a la escuela y a su misión, si habla desde la comunión con la Iglesia.

Antonio Cañizares

de "El profesor de Religión Católica en el tercer milenio", en: "La enseñanza de la Religión, una propuesta de vida" (PPC)